¡Hola a todos y a todas! ya de regreso después de un verano que nos ha servido para descansar, compartir muchos momentos con los peques y romper con las rutinas del día a día. Pero como ya saben llego Septiembre y para muchos es ahora, y no en Diciembre, cuando realmente empieza el año. Creo que esto se cumple sobre todo para aquellos que somos padres y madres pues el comienzo del curso escolar nos obliga a retomar rutinas, a comenzar etapas y a afrontar nuevos objetivos.
Y si para nosotros el regresar a la normalidad se hace cuesta arriba pongámonos en el lugar de nuestros niños y niñas que llevan más de dos meses sin ir al cole.
¿Cómo podemos facilitarles el regreso a la rutina escolar?
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Regresando a la normalidad poco a poco: a una semana del comienzo de las clases podemos ir retomando con los peques las rutinas sobre todo con respecto a los horarios de irse a la cama. Acostarse más temprano facilitará el que se levanten también más pronto.
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Haciendo participes a los niños y niñas de los preparativos necesarios para la vuelta al cole: compra de material, uniformes, mochilas, etc.
- Haciendo cambios en la habitación de los peques: el comienzo de una nueva etapa puede traer hacer un pequeño cambio en la habitación de los niños y niñas. El espacio físico determina nuestras emociones y es importante que se asocie al cambio de etapa.
- Hablándoles con ilusión acerca del comienzo del curso escolar. Mantener conversaciones con ellos acerca de todo lo bueno que van a vivir en el cole, de los compañeros y compañeras que van a reencontrar, de lo buena que va a ser la nueva profe, de todo lo que van a aprender nuevo y de para qué le va a servir. Por ejemplo en mi caso mis niñas empiezan tercero de infantil y va a ser un curso donde van a aprender a leer. Creo que es bueno decirles todas las ventajas que esto les va a traer: la cantidad de cuentos que van a descubrir, de historias nuevas que podrán leer solitas,etc
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Y sobre todo contagiando a los pequeños nuestro pensamiento positivo. Es importante enseñar a los niños y a las niñas que tenemos que dar gracias por todo lo bueno que hemos vivido en el verano, por los momentos compartidos juntos. De algún modo se trata de centrar nuestras emociones en lo positivo que es poder haber disfrutado de momentos especiales y no en el sentimiento de tener que decir ahora adiós al período de descanso. Facilita las cosas enseñar a los más pequeños que ahora simplemente a la familia le toca comenzar otra etapa diferente en la que ¿por qué no? también hemos de centrarnos en ser lo más felices posible.