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miércoles, 14 de noviembre de 2012

CRIANZA SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

      Empiezo a escribir tomando consciencia, en un ejercicio incluso de autocritica, que al final aquellos que decidimos apostar por una educación consciente nos dedicamos muchas veces a dar consejos de crianza que dan la sensación de ser verdades universales. Y sinceramente creo que esto es un gran error porque precisamente en la educación de los niños y las niñas no hay manuales, no hay verdades únicas ni secretos que nadie pueda descubrir a otro.
 
 Y es que  lo único que me atrevería a decir que es necesario en la crianza, lo mires desde la perspectiva que lo mires, es el AMOR INCONDICIONAL de los padres  y madres a sus hij@s.Este sentimiento natural, diría que instintivo, es el principio y el final de todo y el que debe guiarnos en la búsqueda de la respuesta a todas las preguntas que se nos planteen en el día a día con nuestros pequeños. De resto todo es moldeable, opinable y respetable.
 
  A todas las mamas y los papas primerizos creo que hay que decirles:
1.  No hay recetas mágicas más que la que supone que quieran a su hijo por ser como es, sin juzgarlo y sin querer cambiarlo.
2. Molestense en conocer a su hij@ profundamente así sabrán como actúar con él de la mejor forma. 
3.No se juzguen como padres y madres a cada momento.
4. Intenten ser felices en el proceso de educarlos porque eso les hará sentir a sus hijos e hijas los niños más afortunados del mundo.
5. Comprendan que su hij@ es único y tiene un proceso de desarrollo que sólo usted conoce. En esta sociedad todo parece tener procesos estandarizados, protocolos intocables. Hoy, después de mi experiencia con mis hijas, sé que hay que respetar el proceso de crecimiento de cada niño individualmente. Ellos y ellas son únicos y si no les presionamos irán  superando etapas sin problemas.
 
  De este modo no nos empeñemos en que , por ejemplo, al llegar a tal edad los niños tienen que abandonar el cuarto de los padres o tienen que dejar los pañales nocturnos. Respetemos nuestro instinto y actuemos en la crianza como dicte nuestro corazón. Mi experiencia con  mis hijas al respecto es que  las cambie de cuarto más tarde de lo que se suponía correcto aún a fuerza de muchos comentarios tales como: cuando las cambies vas a tener un problema porque van a volver cada noche a tu cama, etc. Sin embargo los malos augurios se quedaron en eso pues cuando se produjo el cambio ellas estaban preparadas para hacerlo ni más ni menos. Después intenté quitarles los pañales de noche y fue una tortura pues no estaban preparadas. Decidí aplazarlo hasta que hace unos días me dijeron: mamá ya somos grandes, no queremos pañal y así, sin más, se supero una etapa  más del desarrollo sin problema.

 En definitiva, termino esta entrada como la empece afirmando que no  hay recetas mágicas en la educación que no sea la que tenga entre sus ingredientes AMOR, PACIENCIA Y RESPETO hacia nosotros mismos y hacia nuestros hijos.

 
 

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